La formación supone una cuestión de suma importancia. Tanto si eres CEO de una empresa o si eres freelance, el aprendizaje y la adaptación a los nuevos formatos es indispensable. Por ello, aunque ya no se cumpla el perfil de junior, hay que seguir apostando por la formación.
En Befree apostamos por la formación in company. En este post de nuestro blog arrojaremos un poco de luz sobre este concepto. Además, explicaremos cuáles son algunos de sus beneficios.
¿Qué es la formación in company?
El propio nombre del concepto explica en unas pocas palabras en lo que consiste. Se trata de un tipo de formación que se lleva a cabo dentro de las propias empresas. A diferencia de la formación habitual, en la que los alumnos se desplazan al centro de aprendizaje, en la formación in company son los profesores o instructores los que van a la sede de la empresa.
Al ser el docente el que acude en busca de los alumnos, el trabajo y la atención se puede personalizar mucho más a las necesidades de la empresa. Como indican en Edenred, impartir las clases en el mismo lugar las vuelve «repetitivas y estandarizadas«. Por ello, el simple hecho de cambiar de entorno refrescará las ideas, el ambiente y las ganas.
Se trata, así, de un tipo de formación que se adapta completamente a las necesidades de la empresa en cuestión, así como de sus empleados. Los programas de formación y enseñanza están diseñados específicamente para cada una de las empresas y sus plantillas.
Mejor rendimiento y más especializaciones
Los avances y descubrimientos son continuos en la actualidad, de modo que los cambios en las costumbres y rutinas son una constante. Así, quedar anticuados es un riesgo muy cercano. La formación in company puede ser la respuesta a ello.
Una empresa actualizada y formada será más productiva. La formación se dirige hacia aquellos espacios de trabajo en los que existen dudas o algún tipo de desconocimiento. Su objetivo es ponerle solución a ello. Así, si el trabajador conoce cada paso que debe dar en cada momento y sabe gestionar los problemas que puedan aparecer, su rendimiento y productividad aumentarán considerablemente.
Además, la formación bien orientada suele llevar a la especialización y apertura a nuevos nichos de mercado. Esto es un gran valor para la misma, pues la convierte en una garantía de respuesta de calidad para sus clientes. Manejar cualquier materia hace que la capacidad para resolver las necesidades de los usuarios sea mucho más rápida y efectiva.
La especialización puede ir en dos direcciones: hacia la especialización de aquello que ya se conoce o hacia la innovación. La formación da la oportunidad de descubrir y aprender sobre ámbitos de negocio que están todavía sin explotar y que pueden ser muy interesantes para las compañías.
Inversión para ambas partes
Ayudar a la formación de los empleados debe entenderse como una inversión y no como un gasto. Mejorará la productividad y rentabilidad de la empresa. Además, al ofrecerle a los trabajadores aumentar sus conocimientos y habilidades, es más sencillo retenerles en la propia compañía.
Por otro lado, respecto a los empleados, estos deben entender la formación in company como una oportunidad. Se trata de una inversión de tiempo mientras se recibe a cambio tanto el salario como la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. Resulta obvio entonces que la formación in company es un estabilizador de la felicidad como trabajador.
Además, existen otros métodos para aumentar la felicidad de la plantilla, como indica Edenred. Un ejemplo es la retribución flexible, que permite que los empleados puedan convertir parte de su sueldo en tickets guardería, transporte o restaurante, entre otros. Esa parte del sueldo queda exenta de impuestos, lo que supone un aumento del poder adquisitivo del empleado sin necesidad de que la empresa suba su salario.