Este blog de Befree explora la creciente rivalidad entre Elon Musk y Sam Altman, dos titanes de la inteligencia artificial (IA) que comenzaron como aliados y terminaron enfrentados en una lucha por el control y el futuro de OpenAI.
De aliados a rivales
En 2015, Musk y Altman cofundaron OpenAI con la ambición de desarrollar IA de manera segura y en beneficio de la humanidad. Sin embargo, en 2018, Musk dejó OpenAI, alegando conflictos de interés con Tesla, mientras que la organización afirmó que su salida se debió a que no logró el control mayoritario que buscaba.
Un año después, OpenAI se convirtió en una entidad con fines de lucro limitado.
El lanzamiento de ChatGPT en 2022 impulsó la relevancia de OpenAI y la llevó hacia un modelo de negocio más lucrativo. Musk criticó esta transformación, acusando a Altman de traicionar la misión original y presentó denuncias legales, especialmente tras la inversión millonaria de Microsoft. También alertó sobre los riesgos de una IA general desarrollada con fines comerciales y denunció prácticas anticompetitivas.
En 2023, Musk fundó xAI para competir en el ámbito de la inteligencia artificial. Sin embargo, la competencia no terminó ahí. Altman, junto a Trump, presentó Stargate, un ambicioso proyecto de IA valorado en 500.000 millones de dólares, dejando a Musk fuera del juego. En respuesta, Musk reaccionó con una oferta hostil para retomar el control de OpenAI.
La creciente rivalidad entre Musk y Altman ha derivado en disputas legales y mediáticas, evidenciando sus diferencias sobre el futuro de la inteligencia artificial.
Enfoques opuestos
Musk y Altman mantienen posturas enfrentadas sobre el desarrollo y control de la IA, reflejadas en aspectos clave como transparencia, regulación y propósito.
Transparencia y acceso abierto
- Musk: Defiende un desarrollo más transparente y libre de influencias corporativas, criticando la asociación de OpenAI con Microsoft.
- Altman: Considera que atraer inversiones es clave para escalar la IA de manera segura, lo que llevó a OpenAI a transformarse en una entidad con fines de lucro limitado.
Riesgos y regulación
- Musk: Advierte sobre los peligros de una IA sin regulación, pidiendo pausas en su desarrollo hasta comprender mejor sus riesgos.
- Altman: Apuesta por un avance continuo y controlado, argumentando que el progreso es la mejor manera de mitigar amenazas.
Propósito y control
- Musk: Busca evitar que la IA quede bajo el dominio de grandes corporaciones o gobiernos.
- Altman: Ha consolidado alianzas con Microsoft para asegurar el crecimiento de OpenAI.
La oferta de Musk y la respuesta de Altman
Elon Musk, junto con xAI y otros inversionistas, ofreció 97.400 millones de dólares para tomar el control de OpenAI, con el objetivo de devolverla a su misión original como laboratorio de investigación sin fines de lucro.
Aunque Altman rechazó la oferta, este movimiento generó cuestionamientos sobre la independencia financiera de OpenAI, al asignarle un valor económico y comercial.
Musk sostiene que OpenAI ha desviado su rumbo hacia objetivos lucrativos. Como estrategia de presión, propuso retirarse si la organización mantiene su estructura sin fines de lucro, argumentando que, de lo contrario, su fundación original debería ser compensada si sus activos se valoran comercialmente.
Por otro lado, Altman señala que Musk, pese a haber quedado rezagado frente a OpenAI y DeepSeek, opera xAI con fines de lucro e integra su tecnología en Tesla y SpaceX, sin haber alcanzado aún innovaciones que desafíen a los líderes del sector.
¿Qué pasará?
Con demandas legales, inversiones millonarias y estrategias en conflicto, la disputa entre Musk y Altman continúa escalando. La batalla por el control de la IA sigue abierta, y su desenlace podría marcar un antes y un después en la evolución de la inteligencia artificial, redefiniendo quién tendrá el poder sobre el futuro digital del mundo.