Con la nube todo parecen ventajas. La posibilidad de innovar y emprender, la flexibilidad, el ahorro de costes y la gran ventaja de dejar de lado las preocupaciones relacionadas con el mantenimiento de la infraestructura.
Sus principales cortapisas: la necesidad de unificar aplicaciones y de herramientas de gestión del big data y el principal reto: asegurar la seguridad del entorno.
Está claro que el cloud computing ha llegado para quedarse y se espera que en un futuro inmediato sea una apuesta que hagan todas las empresas y organizaciones públicas para acceder a la información. También que se convierta en la forma de consumo de tecnología de los consumidores particulares.
Diversos expertos del mundo TIC han debatido durante la cuarta edición del acens Cloudstage, encuentro organizado por acens sobre las ventajas que ofrece esta tecnología en un contexto de crisis como el actual en la creación de startups.
El cloud es barato e inmediato y no implica una inversión en la infraestructura, ni la creación de un entorno empresarial; el pay for use elimina las principales barreras de un emprendedor, como el miedo al fracaso y a perder lo invertido.
Según algunos análisis compartidos en el encuentro, el cloud generará en España en torno a 15.000 empleos para 2015.
