En pleno año 2018 y con los recientes ataques de ciberseguridad que hemos vivido… ya nadie duda (o debería dudar a menos que sea un jurásico tecnológico) de que el tema de la ciberseguridad, a nivel personal y sobretodo corporativo, es una de las principales cuestiones a tener en cuenta si queremos estar protegidos en este mundo cada vez más digital.
Si hace 15 años la palabra “ciberseguridad” era prácticamente desconocida y más bien podía sonar a palabreja sacada de alguna película futurista del siglo XX, hoy en día sí es un término totalmente a la orden del día, y presente tanto en la sociedad como en la ciencia ficción, como podemos ver en series exitosas como Person of interest cuya trama gira en torno a la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad, Black Mirror que nos presenta un futuro cercano donde las vidas cotidianas no se conciben sin depender totalmente de la tecnología, o Mr.Robot cuyo argumento principal es el mundo de la ciberseguridad y los hackers.
Actualmente cualquier empresa que quiera subsistir en la sociedad actual debe tener la ciberseguridad como prioridad principal, ya que estos son algunos de los datos actuales que rodean a la ciberseguridad:
- Se estima un crecimiento de la inversión de entre el 12 y el 15% en ciberseguridad a nivel mundial hasta el año 2021.
- Se prevé un gasto de 840 millones de dólares para la protección de dispositivos digitales.
- La demanda de profesionales de la ciberseguridad ha aumentado brutalmente y se estima que crezca un 53% a lo largo del 2018.
- Los roles de CISO (director de seguridad de la información) están emergiendo como posiciones “must have” en grandes compañías, con salarios muy elevados debido a su gran demanda actual en el mercado y la escasez de perfiles de este tipo.
¿Y estos cambios tan brutales qué significan, y cuáles son las cuestiones a abordar para no desaparecer en el cementerio empresarial que a buen seguro se formará en los próximos años? Estas son algunas de los aspectos clave a tener en cuenta en el ámbito de la ciberseguridad para asegurar tu futuro:
- Desarrollo de software seguro: esto será primordial para mantener la seguridad, garantizar que el software que se desarrolle sea seguro, sin fallas en el código fuente que lo haga vulnerable ante un posible ataque.
- Privacidad de datos: encontrar el equilibrio entre la recopilación y difusión de datos, y las cuestiones legales y relacionadas con esto (ya hablamos en detalle de esto en el artículo de la nueva GDPR).
- Prevención de pérdida de datos: asegurarse de que los empleados no envíen información delicada o confidencial fuera de la red corporativa sin consentimiento.
- Detección de intrusos: localización de dónde y cómo se vio comprometido su software, hardware o red ante ataques maliciosos.
- Mitigación de riesgos: seguimiento de los riesgos conocidos, identificación de nuevos riesgos y seguimiento de estos a lo largo del proceso de desarrollo de software.
- Respuesta a incidentes: crear un protocolo de actuación, así como gestionar las secuelas en caso de un ataque de seguridad, manejando la situación de una manera que limite el daño y el costo.
Por tanto, todo esto demuestra que el mercado de la ciberseguridad está en su momento dulce, y el talento en este ámbito está cotizándose al alza. Tanto consultores, desarrolladores como empresarios deben ver esto como algo real y presente, y ser conscientes de los riesgos que entraña una mala protección en el mundo digital actual y futuro.
Si no has tenido en cuenta esta tendencia, aún estás a tiempo de subirte al carro… ¿o acaso quieres exponer (digitalmente) la integridad de tu compañía?
Redactado por: Pedro Jesús Carmona Cano