Enfrentarse a una entrevista personal a la hora de buscar un empleo es un momento clave, por lo que es conveniente saber qué defectos evitar para salir victorioso. Varios responsables de selección tratan de dar con los factores que hacen a una empresa apostar por un candidato en lugar de por otro. Esto nos lleva a resumir en 7 los principales errores que se deben evitar.
Este año, el diario inglés The Independent, reunió a casi 3000 encargados de selección para empresas con el fin de analizar el comportamiento de los entrevistados y, así, deducir cuáles eran los principales errores que cometían y que, por tanto, les dejarían sin la deseada posición para la que habían aplicado.
Además de los nervios y estrés propio previo a cualquier entrevista, la mayoría de los reclutadores confirman que los principales errores que hacen que un candidato no supere todas las fases, suelen ir vinculadas a errores que podrían calificarse como de “novato”.
Llegar tarde, no ir correctamente vestido, mirar el móvil o no informarse sobre la empresa son algunas de las primeras impresiones que hacen que tu nombre sea tachado directamente en rojo. Sin embargo, si cuidas estos primeros detalles, aún tienes otros siete a tener en cuenta:
- Falta de confianza
Estar nervioso no es una penalización, más bien todo lo contrario, ya que refleja el interés que se tiene. No obstante, mostrar ansiedad y no haberse preparado previamente la entrevista puede producir un lenguaje gestual de inseguridad, lo cual acaba siendo algo difícil de ocultar, por lo que no inspira confianza al entrevistador.
- Destacar solo las “hard-skills”
Tener confianza en uno mismo y en las destrezas que se tienen no es un error. No obstante, los responsables de contratación también agradecen escuchar alguna de las “soft-skills”. Hacer de un defecto una virtud puede ser la clave del éxito durante una contratación.
- No mentir en el CV
Tratar de decorar el currículum con aptitudes que realmente no se tienen va en contra de todo candidato, ya que son muchas las empresas que dentro de los propios procesos de selección someten a pruebas prácticas a los candidatos. Puede que alguna vez tengas suerte y pase desapercibido, pero a la larga se acabará por descubrir los datos erróneos, lo que favorece a una pérdida de credibilidad.
- No mantener contacto visual
Si durante gran parte de la entrevista miras hacia el suelo o tienes otras distracciones, más allá de parecer una respuesta involuntaria de timidez, podrá tomarse como una falta de respeto e interés. Este es un punto negativo que, de ser revertido, puede favorecer a la confianza que surge entre las dos partes.
- Falta de escucha
No hay que olvidar que durante una entrevista siempre hay dos partes involucradas, el entrevistador y el entrevistado. Hablar sin parar, no responder a las preguntas que se hacen o centrar todo el interés en contar y no permitir a la otra parte que cuente las características del puesto, puede interpretarse como un problema a futuro.
- No realizar preguntas
A la hora de asistir a una entrevista, hay que tener en cuenta que son varios los candidatos que optan a una posición, por lo que ir más allá y demostrar que te has informado no solo por la empresa, sino también por los procedimientos y el proyecto puede resultar un punto a favor. De hecho, en el estudio publicado por The Independent, se afirma que “hacer preguntas relevantes e interesantes es una manera de demostrar que estás interesado y comprometido”.
- No sonreír
Sonreír en una entrevista no refleja desinterés o falta de profesionalidad, sino que te hace parecer positivo y cercano. Además, enfrentándote a una entrevista con actitud positiva, hace que tu gesticulación y movimiento corporal sea también más liviano, lo que acerca a las dos partes y favorece al mejor y más cómodo desarrollo de la entrevista.
Con estos consejos, tan solo queda desear ¡SUERTE! a los futuros candidatos.
